Un domingo cualquiera, te levantas con ganas de caminar, vas en coche hasta Cercedilla, allí te subes al único tren que circula por las cumbres de la Sierra de Guadarrama y dejas que los pies sigan por instinto propio.
De las mil y una rutas de senderismo que pueden hacerse en la sierra madrileña hemos elegido la que recorre sus siete cumbres más emblemáticas. La idea original era haber paseado por el Camino Schmid pero, a la vista del buen tiempo reinante, decidimos hacer una ruta circular hasta regresar a Cercedilla pero pasando por todos los 7 Picos: uno de los balcones privilegiados de la Sierra de Guadarrama.
Desde la estación de ferrocarril de Navacerrada, a la que se llega en menos de media hora en ese tren de vía estrecha, ascendimos hasta la parte más alta de la pista de esquí del Telégrafo, desde donde ya se pueden seguir las señales de la ruta que recorre los picos.
A la altura del segundo pico de pasa de los 2.100 metros de altitud, y lo que queda de itinerario siempre será en acentuado descenso.
Llegados al séptimo pico se desciende hasta el conocido Collado Ventoso, lugar donde un espeso pinar cambia nuestro entorno, hasta ahora rocoso.
Enseguida se cruza la antigua pista de tierra conocida como la “Carretera de la República” y, ladera abajo, encadenados el final del Camino Schmid con la calzada romana que nos lleva hasta las dehesas: un par de kilómetros de tedioso asfalto nos acompañan hasta la estación de ferrocarril de Cercedilla, donde 3 horas antes comenzamos la ruta.
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