Si tuviéramos que elegir una comarca natural para disfrutar al máximo de la bicicleta gravel, con infinidad de posibles recorridos, el Alto Tajo, a buen seguro, estaría entre las 5 mejores zonas de toda nuestra geografía.
Ocupando una gran parte de los Montes Universales, el parque natural del Alto Tajo se extiende entre el sureste de la provincia de Guadalajara y el nordeste de la de Cuenca. La morfología de este espacio está constituida por un complejo sistema de páramos y cañones (hoces, barrancos, hundimientos…), que dan lugar a espectaculares paisajes por donde discurren infinitas pistas y senderos que nos permitirán viajar a través de los más pintorescos y exclusivos paisajes.
Aunque el cauce del Tajo es el que ocupa el protagonismo retórico de este espacio natural protegido, seríamos injustos si no hiciésemos referencia al resto de los ríos, algunos con tanta relevancia como el propio Tajo, colaborando en la decoración de este paisaje con multitud de depresiones kársticas. Los cursos de agua más destacados del Parque Natural son los ríos de la Hoz Seca, Cabrillas, Gallo, Bullones, Arandilla, Ablanquejo y Linares.
Para visitar este Parque Natural nosotros seleccionamos alojamiento (Casaguapa) en la población de Armallones, desde donde podíamos encaminarnos con bastante comodidad hasta cualquier destino del Alto Tajo.
Ruta 1: La Falaguera y el Mirador del Alto Tajo
Longitud 70 km – Desnivel 1.000 m
Esta ruta, de dificultad media, comienza en el popular Puente de San Pedro, pintoresco lugar donde se juntan las aguas de los ríos Gallo y Tajo.
Para poder aparcar aquí durante los meses de julio y agosto, es necesario reservar una plaza en la aplicación que ha habilitado el Gobierno de Castilla – La Mancha (tarifas 2023: 2€ diario y 5€ fines de semana y festivos). Aunque se podría hacer la reserva en el momento de aparcar, no hay cobertura en casi ninguno de los aparcamientos, por lo que es mejor hacerla con anterioridad, incluso el día previo.
La Falaguera y el Mirador del Alto Tajo
Comenzamos a pedalear desde el Puente de San Pedro en dirección a Zaorejas, ascendiendo un kilómetro por el asfalto hasta que aparece a nuestra izquierda una gran pista de tierra que, en breve, nos sitúa en la margen derecha del Tajo (aguas arriba). Los primeros kilómetros son muy entretenidos, atravesando un denso pinar y disfrutando de un perfil bastante suave, lo que nos permitirá circular de manera cómoda a una velocidad mantenida.
Una vez recorridos los primeros 25 kilómetros, antes de girar a la izquierda para desembocar en otra gran pista, aparecerá a nuestra derecha una fuente, de dos caños, donde podremos hacer un buen descanso antes de afrontar la parte más dura de la ruta.
El Tajo siempre presente en la ruta
Pasaremos junto a las instalaciones del Campamento Aguabuena y giraremos a la izquierda al llegar a la carretera de asfalto, dejando a nuestra derecha la población de Poveda de la Sierra. En pocos metros, al cruzar sobre el Puente de Poveda, percibiremos que la carretera busca la línea del cielo con brusquedad y nos encontraremos pedaleando por rampas de hasta el 14% de inclinación, que perderán la verticalidad al llegar al Mirador del Alto Tajo (mirador de la Fina). Merece la pena desviarnos un centenar de metros a nuestra derecha para disfrutar de las impresionantes vistas de este rincón privilegiado.
La inutilidad de este fatigoso ascenso quedará certificada cuando descendamos, casi de golpe, todos los metros que habíamos ganado para llegar hasta el mirador, pero deberemos ir muy atentos a la carretera ya que, en el mismo puente sobre el que cruzaremos el río Cabrillas, nace una pista a nuestra izquierda por la que debemos continuar.
Este nuevo camino está menos utilizado que las anteriores pistas del Tajo y, en poco más de un kilómetro, comenzará nuestro calvario: una ascensión de 7 kilómetros, con un firme bastante pedregoso, que reserva para los dos kilómetros finales la sorpresa de una pendiente media superior al 10% de inclinación, con rampas bastante largas que superan el 15%. La parte buena es que estaremos llegando a la meseta más elevada de la ruta y, a partir de entonces, disfrutaremos de un desnivel bastante favorable hasta haber completado todo el recorrido.
Cuando hayamos completado, según nuestro track, los primeros 38 kilómetros estaremos en el punto más elevado de este recorrido, que coincidirá con una altitud de unos 1.360 metros. Avanzaremos, disfrutando ya de un perfil más favorable, algo más de un kilómetro hasta llegar a un cruce de cuatro caminos que resolveremos girando a la izquierda por una pista con mejor firme que la nuestra. El pinar dará paso a un profuso sabinar y la pista cada vez se encontrará en mejores condiciones, dejando a nuestra izquierda diferentes ramales que terminan en diferentes miradores ubicados en un talud sobre el río Tajo.
Un extenso pinar nos acompañará durante gran parte de la ruta
Siguiendo las indicaciones de nuestro track percibirás cómo la pista incrementa mucho la pendiente, hasta que veamos las primeras casas de la localidad de Cuevas Labradas hacia donde nos dirigiremos. En este pueblo hay una fuente en la plaza de la iglesia.
Abandonaremos Cuevas Labradas por la carretera de asfalto que desciende, de manera vertiginosa, hacia el curso del río Gallo: enseguida veremos a nuestra izquierda una gran pista de tierra que, acompañando a este curso de agua, nos llevará en unos seis kilómetros hasta la carretera de asfalto CM-2015 por la que regresaremos hasta nuestro punto de partida.
Mirador del Alto Tajo
Ruta 2: Peralejos de las Truchas y la Laguna de Taravilla
Longitud 43 km – Desnivel 900 m
A diferencia del itinerario anterior, aunque sobre el papel los datos de esta propuesta parezcan menos exigentes, debemos asegurar que se trata de una ruta de gran dureza debido a algún tramo complicado (entre las Casas del Salto y el Puente Colgante hay sendero trialero) y a la fuerte inclinación de alguna de sus ascensiones.
Nuestro recorrido comienza en el aparcamiento de Fuente El Berro (junto al campamento juvenil homónimo) situado a 1,2 kilómetros de la carretera de Poveda de la Sierra (Puente de Poveda). Al igual que en otros aparcamientos del Parque Natural, en los meses de julio y agosto, es necesario reservar plaza a través de la aplicación.
Peralejos de las Truchas y la Laguna de Taravilla
Ya sobre la bici pedalearemos por la pista que asciende con suavidad paralela al Tajo. En breve iremos dejando a nuestra izquierda la Pasarela de Pescadores y el Salto de Poveda (antigua captación de una mini-central eléctrica), hasta llegar a las Casas del Salto, reconocibles por la fuente que dejaremos a nuestra derecha.
Desde las Casas del Salto giraremos a la izquierda por un sendero, perfectamente marcado, por el que llegaremos hasta el Puente Colgante: hay tramos que no son ciclables, es una senda de peatones y aquí deberemos ceder el paso a los caminantes que nos encontremos a nuestro paso. La senda trialera, en unos 400 metros, desemboca en un profuso bosque y enseguida llegaremos hasta la pasarela sobre el río Tajo. Este paso es muy estrecho y, si no tienes pericia sobre la bicicleta, debes pasar caminando y, por supuesto, asegurándote que no hay peatones en el puente.
Puente Colgante sobre el Tajo
En la otra orilla del río comienza una pista ancha que, rápidamente, alcanza una inclinación de hasta el 17% de porcentaje. En menos de un kilómetro desembocaremos en la pista que llega hasta el aparcamiento de la Laguna de Taravilla: giraremos a la derecha y continuaremos nuestro recorrido por la margen izquierda del Tajo. Este tramo, desde el aparcamiento de Fuente El Berro hasta el Puente Colgante, es común al principio y al fin del recorrido.
Durante los próximos 10 kilómetros disfrutaremos de uno de los tramos más pintorescos de todo el Parque Natural, gozando de excelentes panorámicas sobre el río Tajo y pedaleando junto a grandes farallones de roca que delimitarán nuestra pista.
Tramo común para la ruta de ida y vuelta
Desembocaremos en una carretera de asfalto junto al famoso Puente del Martinete, límite provincial entre Guadalajara y Cuenca, girando a la izquierda para continuar por esta vía hasta la localidad de Peralejos de las Truchas.
Peralejos es una de las poblaciones más emblemáticas de todo el Parque Natural, famosa por sus partidas de “gancheros” (trabajadores que bajaban por el Tajo sobre los troncos talados hasta la localidad madrileña de Aranjuez) y que fue reflejada en el magistral libro “El río que nos lleva” escrito en 1960 por José Luis Sampedro. Esta localidad también se ha hecho célebre recientemente por estar hermanada con Freehold, localidad natal de Bruce Springsteen, como así atestigua una gran placa existente en uno de los muros de la Plaza de la Fuente.
Escultura dedicada a los gancheros, en memoria de J. L. Sampedro
Es importante cargar agua o bebidas (en Peralejos hay alguna tienda) antes de continuar, porque en el resto del recorrido no encontraremos nada.
Saldremos del pueblo y continuaremos por la carretera de asfalto, ascendiendo un suave puerto de algo más de 4 kilómetros. Una vez dejemos a nuestra derecha la carretera que se dirige hacia Chequilla, llegaremos a un collado y deberemos girar a la izquierda para continuar el itinerario por una pista forestal que dispone de un firme bastante irregular, aderezada por fuertes pendientes (12% muy mantenidas) que nos llevarán a alcanzar la cota 1.500 metros de altitud.
Meseta a más de 1.500 metros de altura
Pedalearemos media docena de kilómetros por la meseta, con perfil claramente descendente, hasta que la pendiente se acentúa y aparezcan algunas “zetas” en nuestra pista: ahora descenderemos a gran velocidad hasta el valle del río Cabrillas desde donde, antes de salir a la carretera de asfalto, giraremos por una gran pista a nuestra izquierda para comenzar el duro ascenso (una media del 10% de pendiente) hasta el Collado Somero, donde volveremos a encontrarnos con unas sensacionales vistas del Tajo encañonado.
El firme es ahora muy bueno y, una vez comencemos el descenso desde el Collado Somero, aparecerá a nuestra izquierda la sensacional Laguna de Taravilla.
Laguna de Taravilla
Enseguida llegaremos al aparcamiento que da acceso a este rincón lacustre y, girando hacia la derecha, regresaremos al punto de partida volviendo a cruzar el Tajo sobre el Puente Colgante.
Por esos caminos... 
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