La Cañada Real Soriana y la Sierra de Ayllón

Entre Madrid, Segovia y Guadalajara discurre este trazado en el que se combina uno de los caminos históricos más importantes de nuestro país, con los majestuosos paisajes de las cumbres más elevadas de Ayllón.

Aprovechando que teníamos que probar unas nuevas Cannondale Topstone Carbon que ahora forman parte de nuestro garaje, decidimos realizar una de las rutas más exigentes que se pueden hacer si vives en la Comunidad de Madrid… aunque, ante la belleza de este trazado, bien merece la pena desplazarte a este lugar aunque tengas que hacerlo desde otras provincias.

Prádena del Rincón, principio y final

Al ser una ruta circular se puede comenzar y finalizar en cualquiera de los puntos por los que se pasa, pero elegimos Prádena del Ricón por ser la población más cercana a la ciudad de Madrid.

Desde esta localidad nos dirigimos por asfalto hacia Madarcos para, a continuación, atravesar Horcajo de la Sierra en dirección a la autovía N-I aunque, unos metros antes de llegar a esta populosa carretera, nos desviamos hacia nuestra derecha por la antigua “Carretera de Francia” (Caña Real de las Merinas) dejando a nuestra izquierda la antigua Venta de Mea, histórica posada cuya construcción data del año 1763. El asfalto desaparece y rodamos sobre una pista de gravillones que, en breve, nos sorprenderá con rampas de más del 15% de pendiente.

Al llegar a la altura de Robregordo abandonamos la pista de grava y continuamos por la antigua (y solitaria) carretera N-I. En breve llegaremos al puerto de Somosierra, primer hito montañoso de la etapa.

Bienvenidos a Segovia

Descendemos del puerto pegados a la derecha de la carretera para bajar a gran velocidad por un ramal abandonado de la N-I que, una vez atravesemos (lo dejamos a nuestra derecha) el nacimiento del río Duratón, coincidiendo con la vistosa Cascada de los Litueros, la carretera termina frente a una barrera. La atravesamos y vemos que la pista gira bruscamente a la derecha, pero nosotros continuamos de frente, por un carril confuso trazado sobre una pradera (seguir el track que puedes descargar al final de este texto), enseguida el sendero se vuelve visible y nos topamos de frente con una gran cancela que precede a un túnel bajo las vías del tren.

Cañada Real Soriana Occidental

Al otro lado del túnel la pista se convierte en la Cañada Soriana Occidental, perfectamente rotulada en todos los cruces, y nos vemos pedaleando entre dehesas, corrales y granjas, por una pista de tierra en muy buen estado, pero plagada de vadeos, vaguadas y terraplenes: nada que no podamos superar a lomos de nuestra bici gravel.

Dehesas segovianas próximas a Riaza

Después de haber pedaleado durante 10 kilómetros por esta parte de la cañada, desembocaremos en la carretera de asfalto que asciende desde la N-110 hasta la estación de esquí de La Pinilla. Si no dispones de un buen nivel técnico de conducción te aconsejamos que gires a la derecha y asciendas hasta la localidad de Riofrío para, a continuación, buscar la carretera del Puerto de la Quesera: nuestro próximo objetivo.

A lo largo de la ruta encontraremos muchos carteles informativos

La Cañada Real Soriana Occidental

Nosotros giramos a la izquierda y descendimos un par de kilómetros hasta cruzar sobre las vías del tren: a nuestra derecha aparecen de nuevo las indicaciones de la cañada que seguiremos hasta llegar a la localidad segoviana de Riaza. Esta parte del recorrido es la más exigente y, aunque sobre el mapa aparenta ser una consecución de rectas, la realidad es que la pista se aventura en diferentes barrancos que, tanto por su pendiente, como por lo desastroso del estado de la cañada (tierra suelta salpicada de cantos rodados) la hace inviable para ir pedaleando.

Tramos cortos con hasta el 24% de pendiente

En cualquier caso nos tocará empujar la bicicleta durante algo menos de un kilómetro hasta que lleguemos al antiguo apeadero de la estación de ferrocarril de Riaza: la pista vuelve a ser ciclable (aunque con grandes rampas) y enseguida veremos las primeras casas de las urbanizaciones periféricas de Riaza.

Últimas rampas antes de llegar a Riaza

El puerto de la Quesera

Riaza es un buen lugar para avituallarnos antes de abandonarlo por la carretera que asciende hacia Riofrío. Desde las afueras de esta gran población ya percibimos el desnivel positivo, aunque durante los cuatro primeros kilómetros las rampas no superan en 3% de inclinación.

Dejamos a nuestra izquierda Riofrío de Riaza, descendemos suavemente hasta cruzar el río homónimo y afrontamos la primera rampa importante que nos llevará hasta el embalse de Riofrío.

Hayedo de la Pedrosa

La inclinación media de este puerto es de aproximadamente un 7%, sin tener grandes muros, pero sin darnos muchos respiros.

Al girar bruscamente a la derecha, cuando ya vemos cercana la línea de cumbres de la Sierra de Ayllón, la vegetación se vuelve más espesa, atravesamos alguna gravera con caos de ladera y nos metemos de lleno en el Hayedo de la Pedrosa, que ocupa una superficie aproximada de 87 kilómetros cuadrados y se extiende entre los 1.500 y los 1.700 metros de altura. Además de lo pintoresco de su estampa, estamos ante uno de los bosques de hayas más meridionales del mundo.

Últimas rampas del puerto de la Quesera

El paisaje se abre a nuestra derecha, ofreciéndonos unas excepcionales vistas sobre el valle del río Riaza, con el embalse de Riofrío al fondo, antes de superar las últimas rampas del puerto.

El paso del puerto de la Quesera, frontera natural entre las provincias de Segovia y Guadalajara, no corresponde al punto más elevado de la ruta y todavía nos tocará pedalear un kilómetro más superando una suave pendiente, hasta superar los 1.744 metros de altitud, momento en el que percibiremos cómo la carretera desciende con celeridad.

Avituallamiento en el puerto de la Quesera

La Sierra Norte

Descendemos a gran velocidad por las laderas de la vertiente sur de la Quesera, hasta que llegamos a una curva muy cerrada a izquierdas que coincide con el paso sobre el arroyo de las Veguillas: en este punto abandonamos la carretera asfaltada por una pista de tierra que nace a nuestra derecha.

Acabamos de entrar en los dominios de la Sierra Norte de Guadalajara y durante los próximos 6 kilómetros debemos ascender por unas incómodas rampas que nos llevan hasta un balcón natural sobre las localidades de Peñalba de la Sierra y Cabida, que divisamos a nuestra izquierda, en el fondo del valle.

Sierra Norte de Guadalajara

Descendemos con suavidad por una pista pedregosa, hasta desembocar en la carretera de asfalto de Peñalba: continuamos por el asfalto girando a la derecha y ascendemos, algo menos de un kilómetro, hasta rebasar el puerto de Peñalba (Pico del Águila), desde el que disfrutamos de 10 kilómetros de un fantástico descenso por una carretera recientemente asfaltada.

Regreso a la Comunidad de Madrid

El descenso termina en el puente sobre el río Jarama, desde donde volvemos a pedalear hacia arriba para llegar hasta el Cardoso de la Sierra y, con posterioridad, al portalón de acceso al famoso Hayedo de Montejo, punto exacto en el que entramos en la provincia de Madrid.

Montejo de la Sierra

Dos kilómetros de suave ascensión nos separan de la cima del puerto del Cardoso, nuestra última dificultad montañosa de la ruta. Una vez rebasado el paso de este collado descendemos a gran velocidad hasta la localidad serrana de Montejo de la Sierra, que atravesamos en busca de la última rampa del día, que nos devolverá, después de 102 kilómetros y más de 2.000 metros de desnivel, hasta el punto de partida.

Regreso al punto de partida

Esta ruta es de una dificultad física alta y dispone de un 60% de pistas de tierra y un 40% de carreteras asfaltadas.

DESCARGA EL TRACK DE ESTA RUTA

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