Planificar una verdadera aventura por España con una moto Trail es tan sencillo como ponernos delante de un mapa y confeccionar un itinerario seleccionando todas aquellas carreterillas que carezcan de numeración que las identifiquen: esta es la manera más simple de averiguar cuál son las pistas, carriles de ganado y caminos que, por su tamaño, aparecen reflejadas en los mapas y por lo tanto podrán ser transitadas en moto.
Claro que, siempre hay salvedades: estas carreterillas o pistas no pueden estar en el perímetro de espacios naturales protegidos, ni dentro de fincas particulares aunque, en este último caso, hay muchas pistas que tienen lo que se denomina paso de servidumbre y las podremos utilizar “sin fines deportivos”.
Rumbo al sur en 6 jornadas
Pocos nos podemos permitir viajes continuos de larga duración, por lo que agrupar varios días libres para realizar una ruta suele ser la mejor opción. En esta ocasión dibujamos una ruta en 6 etapas que recorrería parte de las provincias de Madrid, Toledo, Cáceres, Badajoz, Huelva, Sevilla, Cádiz, Málaga, Granada, Jaén, Albacete, Valencia y Cuenca.
La media de kilómetros a completar cada día estaba en torno a los 330 kilómetros, por lo que sería realizable sin necesitar demasiadas horas de conducción, lo que nos permitiría dedicar tiempo para visitar lugares emblemáticos y, sobre todo, a poder circular relajados por los tramos de tierra.
1ª Etapa. Madrid-Herrera del Duque 285 km
Para abandonar rápido la gran ciudad utilizamos la autovía de Toledo y, una vez en la villa imperial, continuamos por carreteras secundarias hasta atravesar los límites occidentales del Parque Nacional de Cabañeros.
Una vez entramos en Extremadura, por el paso de Puerto Rey, nos dirigimos hasta el muro de coronación del Embalse de Cíjara, donde continuamos durante unos 25 kilómetros por el Camino Natural del Guadiana, una pista de tierra pedregosa, con firme bastante irregular que, sin embargo, se adapta bien a nuestras motos.
La tarde se terminaba y decidimos buscar alojamiento en Herrera del Duque, una población dotada de todos los servicios necesarios para el viajero, que nos acogió permitiéndonos un pausado paseo por sus históricas calles y edificios monumentales.
2ª Etapa. Herrera del Duque-La Puebla de los Infantes 323 km
Retomamos la ruta de los embalses siguiendo por el curso del Zújar atravesando la Sierra de Pela, para desembocar en la Presa de la Serena, un buen lugar para tomar fuerzas antes de afrontar la parte más agreste de la ruta del día: La Siberia Extremeña, llanuras y páramos desolados por el rigor climático, donde la belleza se encuentra precisamente en lo rudo de la orografía.
Coincidiendo con el mediodía llegamos a la localidad de Llerena, una población de visita obligada que nos permitió descansar y avituallarnos en su majestuosa Plaza de España, junto a la estatua de Zurbarán, personaje muy vinculado a la arquitectura de esta villa.
Reanudamos la ruta por la EX103 y, una vez atravesada la localidad de Pallares, buscamos la Ermita de San Isidro para girar a la izquierda y continuar por la pista de tierra que corresponde a una parte del itinerario santiagueño de la Vía de la Plata. El firme es muy bueno y nos permitió desplazarnos con total relax disfrutando de infinidad de dehesas colindantes a este carril hasta que, una vez atravesada la vaguada que suele estar desbordada por el Arroyo de la Víbora, entramos en Andalucía, coincidiendo con la localidad del Real de la Jara.
Nos metimos de lleno en la Sierra Norte de Sevilla, cruzando sobre el embalse del Pintado por unas carreteras plagadas de curvas y paisajes espectaculares, hasta atravesar la localidad de Cazalla de la Sierra.
Nuestro próximo punto de referencia es la localidad de Constantina, desde donde iremos atentos para continuar por la carretera local SE-158 que, en realidad, se trata de una pista de tierra en bastante buen estado de conservación hasta que, pasados unos 11 kilómetros, el firme empeoró mucho, hasta el punto de hacerse casi impracticable por nuestras motos (mucha piedra suelta de gran tamaño). Enseguida aparece a nuestra derecha otra pista de tierra, marcada como sendero de gran recorrido, que nos lleva directamente hasta la entrada de La Puebla de los Infantes, localidad en la que encontramos un buen alojamiento (antiguo palacete) y decidimos terminar esta jornada.
3ª Etapa. La Puebla de los Infantes-Alhaurín el Grande 271 km
Una de las partes más espectaculares de esta ruta estaba por delante, permitiéndonos visitar las localidades de Marchena y Morón de la Frontera, antes de cambiar a la provincia de Cádiz para meternos de lleno en la Sierra de Grazalema.
El pueblo-mirador de Zahara bien merece una pausada visita (panorámica del Embalse del Gastor) y unos momentos de descanso antes de afrontar el entretenido puerto de Las Palomas, donde el paisaje más próximo se convierte en un vergel y pudimos observar en los mismos márgenes de la carretera unos espectaculares ejemplares de pino pinsapo (especie relicta en casi toda Europa).
Al final del descenso del puerto atravesamos la localidad de Grazalema, sin duda uno de los pueblos más bellos de toda nuestra geografía, pudiendo continuar nuestra ruta entre curvas, cruzando los alcornocales más espectaculares de Andalucía.
Nuestro próximo objetivo era Ronda, populosa localidad a la que, si no es imprescindible, evitamos entrar: circunvalándola podemos atravesar la Sierra de las Nieves, a través del Puerto del Viento, para continuar por la divertida carretera A-366 atravesando Alozaina y Coín hasta terminar la jornada en Alhaurín el Grande.
El fin de esta etapa era intencionado, debido a que en esta población vive mi hija y, de paso, visitaríamos a algunos amigos moteros.
4ª Etapa. Alhaurín el Grande-Gorafe 280 km
Dejamos Alhaurín por la concurrida carretera A-355 pero, en los primeros compases de la ruta, abandonamos esta congestionada vía para llegar hasta Antequera por el espectacular Valle de Abdalajís, uno de los paisajes más exclusivos del sur de nuestro país.
En Antequera se hace obligada una parada para degustar en cualquier bar del centro de la localidad uno de los célebres “molletes”, uno de los productos tradicionales más sobresalientes de nuestra gastronomía.
Para avanzar más ligeros podemos utilizamos la autovía A-92 una decena de kilómetros, hasta las cercanías de Archidona desde donde, siempre en dirección norte, atravesamos el Embalse de Iznajar (provincia de Córdoba) para continuar entre campos plagados de olivos hasta Alcalá la Real (Jaén), desde donde continuaremos por la A-403 hasta Iznalloz, momento en el que nos encontraremos de frente con las estribaciones orientales de Sierra Nevada.
Entramos en tierras calcinadas, coincidiendo con las desoladoras superficies desérticas de Guadix y Baza, pero en esta ocasión nos desviamos hacia Gorafe, localidad ahora de moda debido a la instauración de un parque megalítico que nos sirve de entrada a un particular desierto plagado de ramblas y “badlans” (conjunto de cárcavas y barrancos impenetrables).
En Gorafe conseguimos negociar la pernocta en una cueva (más del 80% de los alojamientos de esta localidad son casas-cueva) y visitamos el Centro de Interpretación del parque, junto con algunos dolmenes ubicados dentro del propio término municipal.
5ª Etapa. Gorafe-Letur 234 km
Abandonamos Gorafe por una pista de hormigón que se dirige a la cabecera del valle desde donde se puede divisar la totalidad del desierto. Superamos rampas del 30% de inclinación y en breve desembocamos en una gran pista de tierra que recorre toda la cornisa del valle. Giramos a la izquierda y llegamos hasta un mirador, marcado por un vértice geodésico, donde la pista comienza a descender: era el momento de decidir si la agenda y nuestro nivel de conducción (y el equipamiento de la moto) nos permiten meternos de lleno en el desierto. Hay cientos de kilómetros de pistas, la mayoría muy asequibles para una moto trail dotada de neumáticos de tacos, pero es imprescindible recabar información sobre hojas de ruta, cruces, objetivos turísticos… porque una visita exhaustiva puede llevar varias jornadas.
Una vez abandonado el desierto continuamos la ruta atravesando el Embalse de Negratín, para meternos de lleno en la Sierra de Castril, desde donde, recorriendo las espectaculares llanuras que rodean al pico de La Sagra, entramos de lleno en la Sierra de Cazorla.
Parada y fonda en Santiago de la Espada, desde donde recorremos durante medio centenar de kilómetros el curso del río Segura (con bañito incluido), hasta desembocar en la populosa localidad de Yeste, desde donde solo nos queda atravesar el Embalse de la Fuensanta (Albacete) para llegar a Letur, el punto final de nuestra jornada.
Letur merece una pausada visita, tanto por su conjunto arquitectónico monumental, como por los pintorescos rincones que ha formado el agua a su paso por el centro de esta localidad de la “Suiza Manchega”.
6ª Etapa. Letur-Madrid 491 km
La ruta toca a su fin, pero todavía podemos disfrutar de lugares muy pintorescos, evitando las grandes autovías que recorren el sudeste peninsular.
Por carreteras muy secundarias conseguimos llegar hasta la circunvalación de Hellín, desde donde continuamos por la autovía, menos de 5 kilómetros, hasta Tobarra, para dirigirnos hasta Jorquera atravesando las Hoces del Río Júcar.
En Casas Ibáñez conseguimos encontrar la carretera AB-100 que, en realidad, se trata de una pista, casi toda de tierra, que nos lleva hasta la pedanía de Tabaqueros, donde enfilamos por una pista de montaña hasta un paraje conocido como Tamayo, punto en el que cruzamos sobre un puente de hormigón el río Cabriel, coincidiendo con la entrada en la provincia de Valencia.
Continuamos por la Comunidad Valenciana hasta Camporrobles, donde giramos a la izquierda para adentrarnos en la Serranía de Cuenca a través de las localidades de Mira y Cardenete.
Al llegar a Cuenca los kilómetros y el calor hacían mella, por lo que decidimos continuar por la moderna autovía hasta desembocar en la carretera de Valencia que nos devolvería a Madrid.