Ruta por las Vegas: la “Strade Bianche” madrileña

Sin pretender igualarnos a la célebre carrera italiana, celebrada en los mejores “sterratos” (caminos de tierra) de la Toscana, hemos encadenado un conjunto de pistas y cañadas que hay dispuestas en la comarca de las Vegas de los ríos Jarama y Tajo, para lograr un recorrido circular de 104 kilómetros.

Al tratarse de una ruta circular se puede seleccionar cualquier punto para iniciarla, pero nosotros hemos elegido la localidad de Titulcia ya que es la más cercana a la ciudad de Madrid y dispone de muchos establecimientos para poder rematar con una buena comida el final de la ruta.

Rumbo a Chinchón

Los 6 primeros kilómetros, totalmente planos, discurren por la carretera M-404 hasta que aparece a nuestra izquierda una pista de tierra (Camino de la Lagunilla) que se dirige a las ruinas del Castillo de Casasola: la tomamos y todavía disfrutamos de un par de kilómetros más de terreno llano hasta que, una vez rebasado el cruce que da acceso al castillo, giramos a la derecha y la pista se empina, pedaleando ahora por pequeñas vaguadas en las que, sin embargo, encontraremos rampas de hasta el 12% de inclinación. Una vez que accedemos al altiplano nos vemos rodeados de olivares que nos llevan a desembocar en la carretera M-311. Podemos girar a la derecha y continuar por el asfalto o atravesarla y continuar todavía un kilómetro más por la pista de tierra que desemboca en una de las rotondas de entrada a Chinchón.

El altiplano

Abandonamos Chinchón en dirección a Belmonte de Tajo por la carretera M-404 que seguiremos hasta alcanzar esa localidad. Esta parte de la ruta resulta incómoda los días de viento, ya que pedaleamos por grandes rectas sin apenas protección y a merced de los elementos.

Tras una pronunciada bajada, cruzamos sobre el cauce del arroyo de la Veguilla y afrontamos un duro ascenso hacia el centro de Belmonte: a nuestra izquierda dejamos un pequeño parque en el que hay una fuente donde poder rellenar los bidones de agua.

La cota más alta: Villarejo de Salvanés

Abandonamos Belmonte siguiendo el track que encontrarás al final de este texto, por un excepcional camino agrícola que nos lleva a desembocar en la autovía Madrid-Levante (A-3). Justo antes de llegar a esta carretera, giramos a la izquierda, pedaleamos unos cientos de metros en suave ascenso y atravesamos la autopista por un puente que nos lleva hasta el centro de Villarejo de Salvanés.

Castillo de Villarejo de Salvanés

Este es un buen lugar para tomar nuestro primer avituallamiento (en la plaza de la iglesia hay fuente) ya que hay comercios de todo tipo donde podemos conseguir cualquier tipo de alimento o bebida.

Abandonamos Villarejo por el Camino de Santa María, marcado con señales que nos guían hasta el circuito de motocross. La pista asciende de manera suave y alcanzamos el punto más elevado de la ruta (794 metros) al tiempo que dejamos a nuestra izquierda las instalaciones del circuito de carreras.

Circuito de motocross de Villarejo de Salvanés

Entre olivos

Ahora podemos rodar a gran velocidad, ya que el estado del firme de tierra es excelente y el desnivel tiende a ser favorable a nuestro avance. Estamos totalmente rodeados por cultivos de olivo y, a medida que nos acercamos a Fuensaúco, la pista empeora ligeramente y desciende de manera brusca.

En este tramo es muy importante seguir las indicaciones del track, ya que los propietarios de las explotaciones agrícolas modifican con relativa frecuencia el trazado de la pista y podemos despistarnos y terminar pedaleando en medio de un campo cultivado.

Llegamos a la carretera M-230 y la atravesamos, continuando por las Lomas de Fuensaúco entre fincas de recreo y grandes cultivos de cereal, con tendencia claramente descendente.

Al llegar al fondo de una rambla giramos a la derecha (aunque hay un cartel de “propiedad privada” nos hemos cruzado con un vehículo de la guardería y nadie nos ha impedido el paso) y continuamos por unos divertidos toboganes. También podemos cruzar la rambla, sobre un pequeño puente, y continuar por la vertiente del otro lado del cauce.

Las Lomas de Fuensaúco

El Valle del Tajo

Llegamos a un cruce múltiple que resolvemos atravesándolo de frente, ingresando en la Cañada Real Soriana Oriental (está señalizada). La pista es casi horizontal y muy ancha, aunque bastante marcada por la maquinaria agrícola pesada, y enseguida veremos las primeras edificaciones de Fuentidueña de Tajo.

Atravesamos un túnel doble bajo la autovía A-3 y entramos en las calles de Fuentidueña. Enseguida desembocamos en un cruce del que salimos por la carretera M-326 en dirección a Villamanrique de Tajo.

Cañada Real Soriana Oriental

Ahora podemos elegir si pedalear por el asfalto o por la pista de tierra del Camino Natural del Tajo que iremos encontrando a medida que avancen los kilómetros.

A nuestra izquierda siempre presente el soto formado por el río Tajo, custodiado por infinidad de campos de diferentes cultivos.

Descendiendo hacia el Valle del Tajo

Kilómetros de descuento

Al entrar en la localidad de Villamanrique de Tajo habremos cubierto la mitad de la ruta, por lo que podemos hacer un descanso y comer algo más contundente que una simple barrita energética. Siempre que pasamos por aquí visitamos el Bar Salvi, donde disponen de todo tipo de pinchos y raciones, además de una fabulosa terraza, donde descansar y recuperar fuerzas.

Pincho de tortilla en el bar Salvi

Abandonamos Villamanrique en dirección a Colmenar de Oreja pedaleando por largas rectas pero, cuando aparece la primera curva cerrada hacia la derecha, giramos a la izquierda por la pista de tierra por la que discurre el Camino Natural del Tajo.

El firme es ahora más irregular, plagado de “gravillones”, pero con una bicicleta gravel se puede seguir avanzando a gran velocidad.

Camino Natural del Tajo

La Vega del Tajo

Hasta el final de la ruta los desniveles ya son insignificantes, por lo que podemos pedalear más relajados, aunque las inmensas rectas que vemos delante nuestro nos invitan a pedalear rápido. A nuestra izquierda siempre presente el río Tajo, aunque en raras ocasiones lo podremos ver.

Atravesamos una gran explotación industrial de áridos (gravera) y desembocamos en la carretera M-320 por la que continuamos 11 kilómetros. Tras pasar una curva de 90º a la derecha, aparece a nuestra izquierda de nuevo el Camino Natural del Tajo por el que continuamos.

Desembocamos en la M-305 (antigua carretera de Madrid) y ahora pedaleamos en dirección a la cercana localidad de Aranjuez. En medio de la recta interminable, aparece a nuestra derecha una carretera asfaltada, en bastante mal estado de conservación, por la que continuaremos: esta vía se llama el Paseo de la Princesa.

Clásica pista de las Vegas

La Montaña y el regreso

Pedaleamos por el Paseo de la Princesa unos 3 kilómetros y, cuando aparece una gran cañada que lo atraviesa, giramos a la derecha e iniciamos un repentino ascenso hacia una moderna urbanización que vemos de frente.

Ganamos altura con rapidez y dejamos a la izquierda los chalés de la urbanización La Montaña. Ahora nuestra pista es muy ancha, comienza a descender de manera suave y recortando el horizonte ya divisamos la localidad de Titulcia.

Paseo de la Princesa

Sin mayor complicación que la de seguir la indicaciones de nuestra hoja de ruta, entraremos en breve en las calles de Titulcia, desde donde comenzamos la ruta.

DESCARGA EL TRACK EN FORMATO GPX

Titulcia, junto al río Jarama (Foto: Escapadarural.com)

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar