Conducir con viento lateral

De las muchas variables que pueden convertir un pacífico día de paseo en un infierno, una de las más habituales es la presencia de viento. Se habla de viento lateral, cuando en realidad el viento siempre termina siendo lateral, salvo que conduzcamos por rectas muy largas y siempre en la misma dirección. De aquí ya sacamos la primera conclusión: si tenemos la certeza de que habrá viento, hay que ir muy atentos para aplicar los consejos que veremos a continuación, porque tras una curva, al pasar sobre un puente o al salir de una vaguada, podemos sufrir una fuerte ráfaga que nos haga sentir el vacío bajo nuestra moto.

El viento puede ser más o menos racheado, esto dependerá de la altitud a la que circulemos: a mayor altitud, mayores posibilidades de rachas fuertes, ya que en los valles el viento suele tener una componente más estable y constante.

Física pura: el equilibrio

Mirad con detalle la fotografía del nadador haciendo ejercicios de propiocepción durante su entrenamiento. Si no se mueve está en equilibrio estático, es decir: mediante la compensación de la masa que aportan a su figura brazos, piernas y tronco, es capaz de encontrar una postura en la que no se desequilibra. Si inicia la propiocepción y cambia la pierna de atrás hacia delante, deberá neutralizar, con pequeños ajustes de los otros miembros, para conseguir un equilibrio dinámico, es decir, durante el movimiento.

Equilibrio

Pues bien, esta presentación, deliberadamente esquemática, nos lleva a plantear el problema real del viento lateral sobre el conjunto moto-piloto: como la moto es una masa inerte que responde al cambio de posición del conductor, este será quien deba conseguir, con unos ajustes en su postura, mantenerse en continuo equilibrio dinámico.

Imaginemos que al nadador le empujamos con la mano en el hombro derecho (flecha roja): para recuperar el equilibrio deberá ejercer una fuerza equivalente (flecha verde) valiéndose de cambios de postura en brazos y tronco. Si en lugar de empujarle con nuestra mano es un golpe de viento el que le desequilibra, su reacción será la misma para evitar caerse.

De este ejemplo podemos sacar una conclusión clara: aunque sea invisible, la fuerza del viento actúa de la misma manera que un individuo que nos empuja y, en lugar de atemorizarnos, debemos reaccionar de igual forma. El miedo es nuestro peor enemigo en los días de viento.

Defenderse del efecto del viento

Podemos sintetizar en tres patrones de comportamiento nuestra reacción al sufrir el empuje lateral del viento, ya sea racheado o continuo:

Primero: la tracción

La moto se sujeta en equilibrio dinámico por dos fuerzas fundamentales: la aceleración (empuje) y el efecto giroscópico provocado por la rotación de las ruedas.

La respuesta instintiva, cuando sentimos que nos empuja el viento por uno de nuestros lados, es la de bajar mucho la velocidad: este es el primer error. Debemos reducir la velocidad para sentirnos dueños de las maniobras de la moto, pero lo mínimo posible, ya que a menor velocidad, más baja es la fuerza giroscópica.

Vectores
La fuerza del viento (azul) la neutralizamos con marchas más cortas (rojo=mayor empuje)

Para luchar contra una fuerza lateral que desequilibra nuestro desplazamiento longitudinal, la mejor solución es aumentar el par de tracción (aceleración), por lo que bajaremos una, dos, o tres velocidades, provocando que la fuerza de empuje del motor (longitudinal en orden de marcha) neutralice la fuerza del viento (lateral).

Segundo: la postura

¿Recordáis al nadador que está en equilibrio? Ahora es el momento de aplicar su estrategia de estabilidad: nos apoyaremos con la cabeza y el hombro contra el viento, pero sin sacar el cuerpo de la moto. Nunca hay que perder el eje vertical del cuerpo sobre el asiento. De manera simultánea nos agacharemos ligeramente, buscando la protección de la pantalla.

Posicion contra el viento

En el lado contrario de la moto al que sopla el viento, con la parte inferior de nuestro cuerpo, también podremos ayudar a neutralizar su fuerza, sobre todo cuando las ráfagas son muy fuertes. Para ello, pisaremos con fuerza la estribera y apoyaremos con gran firmeza la rodilla en el depósito de gasolina.

En carreteras de doble sentido, cuando se nos acerque un camión en sentido contrario, tenemos que hacer un “simulacro” de embestirle para compensar la gran masa de aire que nos va a enviar cuando nos crucemos.

Tercero: contramanillar

Imaginemos que el viento nos empuja desde la izquierda: nuestra reacción será hacer una ligera fuerza con el manillar hacia la derecha, para intentar echar la moto hacia ese lado; evitando que el aire la vuelque hacia la derecha.

Resumen: si el viento entra por la izquierda, empujaremos con la cabeza y el hombro hacia ese lado y pisaremos con fuerza la estribera derecha y acoplaremos la rodilla derecha –también- en el depósito y haremos contramanillar hacia la derecha.

A tener en cuenta

  • Afrontar una jornada de viento sin miedo, con control sobre nuestra actuación.
  • No hay que conducir rígido, ni aplicar mucha fuerza a nuestras acciones: se trata de emplear la fuerza justa para corregir el empuje del viento.
  • No sabemos cuándo sufriremos una ráfaga de mayor intensidad: hay que ir muy atentos y utilizar indicios (árboles, banderas, hierba…) que nos informen de la fuerza del viento.
  • El baúl trasero es el peor enemigo del viento lateral: mueve el “culo” de la moto y eso afecta gravemente al manillar.
  • Al pasar sobre puentes, al salir de túneles o al adelantar vehículos de gran volumen, debemos estar preparados para soportar fuertes ráfagas.
  • Hay que vigilar la presión de los neumáticos, incluso podremos subirla un par de décimas sobre la medida aconsejada por el fabricante para disponer de mayor rigidez lateral de la moto.

3 respuestas a “Conducir con viento lateral

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  1. También hay que mirar el reglaje de las suspensiones. Con la KTM 890 que compré el mes pasado, cuyos ajustes estaban todos en el punto medio de su recorrido, pasé al «modo sport» y su comportamiento en autopista con viento ha mejorado sustancialmente. Parece que con la suspensión más «reactiva» responde mejor a los impulsos que le imprimimos y así mantiene su línea de trazado mucho mejor.

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    1. Efectivamente, la suspensión es uno de los elementos que más inciden en la conducción con viento lateral. Hay que intentar hacer un SAG para conocer las precarga con y sin carga. Gracias por tu comentario.

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