Ruta en KTM 890 Adventure por las “Maravillas” de Francia.
Amanece un día espléndido, con menos de 20 grados de temperatura y, tras desayunar en la cafetería del hostal (incluido en el precio), emprendemos camino hacia la provincia de Navarra, atravesando la Sierra de Kantauri por Genevilla y Santa Cruz de Campezo (espectaculares vistas). Continuamos hasta los aledaños de Pamplona atravesando el singular puerto de Etxauri, para dirigirnos hacia el Valle de Baztán desde Belate, buscando el paso fronterizo del puerto de Izpegi.
Al pasar a Francia el cielo se tiñe de gris, la temperatura baja media docena de grados y aprovechamos para hacer un descanso en Saint-Étienne-de-Baïgorry, donde su pintoresca iglesia nos sirve de atractivo turístico. La ruta debería continuar por carreterillas muy secundarias, pero nos topamos con algunas obras, el GPS se vuelve loco y terminamos metiéndonos en Bayona. Donde no hay ni una nube, la temperatura supera los 30 grados y el tráfico nos acaba desesperando.
Raquel consigue improvisar una salida rápida de esta endemoniada ciudad y, tras cruzar el caudaloso río Adur, empezamos a vernos rodeados por llanuras y pinares: nos metemos de lleno en las Landas, paisaje que nos acompañará durante cientos de kilómetros.
En Soustons nos acercamos a la costa para buscar un camping: esta zona de las Landas es muy turística y hay infinidad de lugares para acampar. Pasada la localidad de Léon vimos varios camping cerca de la playa, y en el de Vielle Saint Girons decidimos quedarnos.
Empieza una nueva rutina
La idea original era la de ser lo más autosuficientes que nos fuera permitiendo el viaje. Habitualmente viajamos sin ningún tipo de reserva y, al llegar al lugar en el que así lo decidimos, buscamos alojamiento. En este caso, viajando por una costa muy turística (similar a la costa cántabra, respecto a su popularidad) había mucha variedad de alojamientos de todo tipo, entre los que destacaban los camping.
Hacer el “cheking”, buscar una parcela plana, que no esté ni muy cerca, ni muy lejos del edificio de los sanitarios, desmontar todo el equipaje, montar la tienda, inflar las colchonetas, extender los sacos de dormir, montar sillas y mesa, instalar una cuerda para tender la ropa, hacer la colada… es una rutina muy entretenida que, si bien nos gusta mucho llevar a cabo (es como montar un hogar a tu gusto cada día), puede ocuparnos entre 1 y 2 horas.
Es muy importante terminar el recorrido a una hora prudente, a ser posible al principio de la tarde, porque si no lo tenemos en cuenta y no se nos da bien encontrar un camping a nuestro gusto, podemos vernos montando el chiringuito cuando está anocheciendo.
Por esos caminos... 
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