Esta ruta de 18 kilómetros es ideal para practicar en una pista de alta montaña, con rampas que sobrepasan el 10% de pendiente y un trazado muy pintoresco entre bosques de roble y coníferas.
La ruta, aunque es dura, su escasa longitud la hace aconsejable para aquellos que quieran evolucionar un grado por encima de las cañadas de tierra o pistas horizontales. La parte de asfalto es de 9 kilómetros y la de tierra de la misma longitud, por lo que es ideal para disfrutar al máximo de una bicicleta gravel.
Camino de La Fuente del Cura
Comenzamos a pedalear en el ramal conocido como “La Fuente del Cura” que veremos a nuestra izquierda nada más salir de las calles de Miraflores de la Sierra en dirección a Rascafría, junto al paque de la Francachela. Los dos primeros kilómetros nos introducen en un bosque autóctono de roble y todavía disfrutaremos un par de kilómetros de asfalto. Cuando la pista pasa a ser de tierra iremos dejando ramales a nuestra izquierda que descienden hacia Soto del Real, hasta que nos topemos con una barrera, que podremos franquear por un paso de peatones que hay a nuestra derecha.
Hoya de San Blas
Nada más ingresar en esta nueva pista nos encontramos con una bifurcación, que resolvemos continuando por el ramal de la derecha, en clara dirección ascendente. Ahora el desnivel es más acusado y las continuadas curvas en “paella” nos hacen ganar altura con rapidez. Esta parte del itinerario es la más dura… y la más bonita.
A medida que ganamos altura el bosque se vuelve más denso hasta que, tras un leve descenso, atravesamos el cauce del río Guadalix, a muy pocos metros de su nacimiento. Ahora el bosque pierde frondosidad y en breve veremos de frente la empalizada de mampostería que sujeta la carretera de asfalto que asciende al puerto de la Morcuera.
Salimos al asfalto después de atravesar otra barrera y ahora decidimos si queremos ascender hasta el Puerto de la Morcuera, que está a 1,9 kilómetros a nuestra izquierda, o regresamos a Miraflores de la Sierra, disfrutando de un vertiginoso descenso de unos siete kilómetros.
* En diciembre de 2019 el último kilómetro de la pista de la Hoya de San Blas estaba cortado por un derrumbe y atravesarlo era bastante complicado y peligroso.
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Por esos caminos... 
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